Road trip desde Perth a Margaret River: Paradas imperdibles y experiencias únicas
La ruta que se convirtió en un ritual
Hay viajes que se vuelven parte de tu vida, no por la distancia que recorres, sino por las sensaciones que repites cada vez que los haces.
Para mí, el road trip desde Perth a Margaret River es más que una escapada: es un ritual que repetimos dos o tres veces al año, una costumbre que marca nuestros ciclos entre estaciones en Western Australia.
Preparar el auto temprano es parte de la rutina. Mientras el cielo apenas empieza a aclarar, cargamos las bicicletas, revisamos el combustible y metemos en la guantera esas pequeñas cosas que nunca pueden faltar: un termo con café caliente, algo de fruta y un par de snacks para el camino. Aunque, sinceramente, casi nunca los terminamos, porque una de las mejores partes del viaje es detenerse y descubrir nuevos lugares donde comer.
A lo largo de los años, cada viaje ha sido diferente. Hay días de cielo limpio, otros de lluvia y neblina que envuelve los eucaliptos. Pero sin importar el clima, hay una parada que siempre está en nuestra lista: The Crooked Carrot.
Durante mucho tiempo fue casi un misterio. Siempre pasábamos por ahí con ganas de conocerlo, pero cada vez que lo intentábamos… estaba cerrado. Viajamos en horarios poco comunes, cuando la mayoría trabaja o los cafés aún duermen. Se volvió una broma interna: “Algún día vamos a encontrar The Crooked Carrot abierto.”
Y ese día llegó.
Nos encontramos con un pequeño oasis de calma y sabor: una cafetería con alma local, jardín, comida casera, juegos para niños y, mi debilidad, un vivero lleno de plantas. Desde entonces, The Crooked Carrot es nuestra parada oficial de partida. Allí comienza realmente la aventura: con olor a café, pastel de zanahoria recién hecho y la promesa de otro viaje lleno de sorpresas.
Bunbury: donde el océano se mezcla con la historia
Durante años, Bunbury fue solo un nombre en el mapa, una ciudad que pasábamos de largo camino al sur. Pero un día decidimos detenernos, sin prisa, y fue una de las mejores decisiones del viaje.
El mar se asomaba entre los árboles y el aire olía a sal y café. Aparcamos cerca del centro y dejamos que la curiosidad marcara el rumbo. Caminamos sin plan, explorando sus calles, sus murales coloridos y cafés escondidos. Descubrimos una ciudad tranquila, vibrante y mucho más auténtica de lo que imaginábamos.
Si tienes tiempo, vale la pena visitar el Dolphin Discovery Centre, donde es posible ver delfines acercarse a la costa. Si prefieres algo más relajado, el paseo marítimo de Koombana Bay es ideal para caminar, tomar fotos o simplemente mirar el mar.
Bunbury ha estado por mucho tiempo subestimada, incluso estigmatizada por viejos prejuicios, pero cuando te detienes a conocerla, descubres una ciudad con historia y alma. Desde su pasado portuario hasta su presente artístico, Bunbury es una lección sobre mirar con otros ojos lo que siempre estuvo frente a ti.
🧭 Consejo viajero: si vas de regreso hacia Perth, haz una parada aquí al atardecer. El cielo se tiñe de naranja y el reflejo sobre el agua es uno de los más hermosos del viaje.
Busselton: donde el muelle toca el horizonte
Si tuviera que elegir un lugar que siempre me hace sonreír, sería Busselton. Tiene esa mezcla perfecta entre destino turístico y pueblo relajado, entre el ruido del verano y la calma del invierno.
El Busselton Jetty, con sus 1.8 kilómetros, es el muelle más largo del hemisferio sur. Lo hemos recorrido muchas veces: a pie, en el pequeño tren rojo, o simplemente observando desde la arena cómo la gente camina hasta el horizonte.
Pero Busselton no es solo el Jetty. Tiene rincones que te hacen sentir de vacaciones aunque vivas cerca. Uno de mis favoritos es Tonic by the Bay, un pub frente al mar con comida deliciosa y una atmósfera relajada. A menudo llegamos en bicicleta desde el muelle; el paseo es corto, con el viento salado en la cara y la sensación de que el tiempo se detiene por un momento.
Si viajas en auto, el estacionamiento está justo frente a la playa. Puedes parar para darte un baño rápido, almorzar o simplemente disfrutar una limón, lime & bitters bien fría mientras miras el océano.
Y cuando cae la tarde, no hay nada como ver cómo el sol pinta el muelle de tonos dorados y el mar se vuelve espejo.
🌊 Pro tip: al atardecer, el Jetty se ilumina con luces suaves, y la ciudad entera se transforma en una postal.
Cape Naturaliste: viento, mar y calma
Después de Busselton, la carretera se vuelve más tranquila y los paisajes más salvajes. Es aquí donde comienza una de nuestras paradas favoritas: Cape Naturaliste, ese punto donde el viento, los acantilados y el océano se encuentran.
Aunque implica desviarse un poco de la ruta, siempre lo hacemos. No podemos resistirnos a parar en Eagle Bay Brewery, donde se come delicioso y el ambiente es tan relajado que siempre cuesta irse. Un almuerzo rápido, una pizza compartida o una cerveza artesanal frente a las colinas verdes: así empieza nuestro ritual del sur.
Luego viene nuestra parte favorita: Bunker Bay.
Esa playa nos tiene enamorados. Aguas turquesas, arena blanca y una paz difícil de describir. A veces vamos solo un rato a nadar o a descansar bajo el sol, otras nos quedamos horas sin darnos cuenta. Es uno de esos lugares que te hacen sentir que el tiempo no existe.
Si el clima acompaña, subimos hasta el faro de Cape Naturaliste o hacemos alguno de los pequeños senderos que bordean los acantilados. En temporada (de septiembre a diciembre), es posible ver ballenas cruzando el océano.
Aquí los atardeceres son dorados y cambiantes, y aunque el viento puede sorprenderte, nada se compara con esa sensación de estar frente a la inmensidad del mar.
Margaret River: vino, mar y esa calma que se queda contigo
Llegar a Margaret River siempre tiene algo especial.
Cuando los primeros viñedos aparecen a los costados del camino, sabes que estás llegando a un lugar distinto. El aire cambia, huele a tierra húmeda y a vino joven.
Margaret River se adapta al ritmo de cada viajero. Puedes quedarte una semana o solo un par de días; el tiempo aquí se siente diferente. Hay algo sanador en sus paisajes, en el silencio del bosque y en la forma en que el mar se escucha desde lejos.
Nos gusta empezar las mañanas en bicicleta, recorriendo los senderos que se adentran en el bosque. Hay algo mágico en perderse entre los árboles, sentir el olor a tierra húmeda y escuchar solo el sonido de las ruedas sobre el camino. A veces seguimos alguna de las mountain bike tracks que rodean el pueblo, otras simplemente exploramos rutas nuevas, sin destino fijo. Es una manera diferente de conocer Margaret River, más cercana y más libre, como si el paisaje se abriera solo para quienes deciden descubrirlo sin prisa.
Cuando el sol sube, solemos ir a Surfers Point para ver a los surfistas esperando la ola perfecta. No importa si no practicas surf; observarlos tiene algo hipnótico, casi meditativo.
Y al caer la tarde, nada como visitar alguna bodega familiar, probar vinos locales y disfrutar el atardecer sobre los viñedos.
Margaret River no es solo un destino: es una experiencia completa. Desde sus playas hasta sus bosques, desde las cuevas subterráneas hasta los mercados artesanales, cada rincón tiene algo que ofrecer.
Si estás planeando visitarla por primera vez, te invito a seguir leyendo nuestro artículo Qué hacer en Margaret River, donde encontrarás recomendaciones, rutas y lugares que te harán enamorarte de este rincón del suroeste australiano.
Tu viaje, tu historia
Este road trip no es solo una ruta: es una forma de vivir.
Cada parada, cada café y cada paisaje tienen su propio ritmo y su historia. Desde el olor a pastel recién hecho en The Crooked Carrot, hasta el sonido del mar en Bunker Bay, el viaje de Perth a Margaret River es una colección de momentos simples que se vuelven inolvidables.
Viajar sin prisa, con curiosidad y con la mente abierta, te permite descubrir que la belleza no siempre está en el destino, sino en el trayecto.
¿Y tú? ¿Ya hiciste este recorrido o sueñas con hacerlo?
Cuéntame en los comentarios cuál de estas paradas te gustaría visitar primero o qué otros lugares del sur de Australia te han robado el corazón.
Y si disfrutas los viajes con alma, sigue explorando más rutas y guías en Sin Itinerario Viajes, donde los mapas se convierten en historias y los caminos, en una forma de volver a ti mismo.
🗓️ Actualización — 01 de noviembre de 2025