Trekking en la Cordillera del Maule: un detox natural entre montañas y bosques nativos

El Maule como refugio

Hay lugares que son mucho más que un destino: se convierten en refugios para el alma. Para mí, que nací en la Región del Maule, volver a la cordillera siempre ha significado un respiro. Caminar entre bosques de robles y cipreses, escuchar el agua corriendo por ríos cristalinos o simplemente sentarse a contemplar un valle en silencio es como reiniciar la mente.

En Japón existe la técnica del Shinrin-yoku, o “baños de bosque”, donde sumergirse en la naturaleza es una terapia contra el estrés. En el Maule no necesitamos nombres sofisticados: basta con ponerse unas zapatillas y salir al sendero.

Este blog lo escribimos en colaboración con mi hermana Lore, que comparte sus aventuras en Tordito Viajero. Juntas queremos mostrarte los rincones más auténticos del Maule, desde nuestras experiencias personales.

Altos de Lircay y la ruta al Enladrillado: un desafío con recompensa

Uno de los trekking más famosos del Maule es el que lleva hasta El Enladrillado, una meseta de origen volcánico con vistas infinitas. Lo recorrí hace unos años en septiembre y aún recuerdo cada paso: 6 horas de subida y otras 6 de regreso, con una última parte especialmente intensa que exige preparación física.

En primavera, el bosque sorprende con pequeños tesoros: los digüeñes, hongos comestibles que brotan de los robles y que muchas veces venden los locales en la zona. También es un paraíso para quienes aman observar fauna: cóndores planeando en el cielo, carpinteros de cuello rojo golpeando los troncos y, con suerte, el canto tímido de un chucao, ese sonido mágico que solo aparece en los bosques del sur.

Es una ruta exigente, sí, pero transformadora. Llegar al Enladrillado no es solo conquistar un sendero: es sentir que el tiempo se detiene.

Meseta de roca volcánica en Altos de Lircay con montañas al fondo

La Placeta: un secreto de calma

Muy cerca de Altos de Lircay está La Placeta, menos conocida y perfecta para quienes buscan rutas sencillas o van en familia.

  • Senderos cortos y tranquilos, ideales para una caminata ligera.

  • Un silencio absoluto, interrumpido apenas por aves o viento entre árboles.

Es el lugar perfecto para llevar un picnic, leer bajo la sombra o dejar que el bosque haga su magia.

La Placeta, ideal para caminatas cortas en el Maule

Radal Siete Tazas: cascadas y senderos inclusivos

El parque más famoso del Maule es Radal Siete Tazas, y su popularidad tiene razones de sobra: las pozas turquesa del río Claro parecen sacadas de una pintura.

Lo que lo hace aún más especial es su infraestructura inclusiva: existe un sendero adaptado para que personas en silla de ruedas lleguen a un mirador y disfruten de los saltos de agua. Además, dentro del parque puedes visitar:

  • El Salto de la Leona, una caída de agua imponente.

  • El Velo de la Novia, cascada de cuento.

  • Senderos de distintos niveles, desde paseos fáciles hasta caminatas largas.

Cascada Velo de la Novia en Radal Siete Tazas, Chile.

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Parque Tricahue: hogar del loro en peligro

El Parque Tricahue es un rincón menos conocido del Maule, pero con un gran valor natural: protege al loro tricahue, una especie endémica y en peligro de extinción. Sus senderos entre quebradas y ríos permiten avistar fauna y flora nativa en un entorno que aún se mantiene muy auténtico.

Aquí no solo puedes hacer excursiones por el día, sino también quedarte a dormir en las cabañas del parque, una excelente opción si lo que buscas es desconectarte por completo. Si prefieres algo más flexible, puedes arrendar una cabaña en Vilches, muy cerca de la entrada, y aprovechar para comprar productos locales como miel y nueces, elaborados por las comunidades de la zona.

Además, en los alrededores también puedes visitar un pequeño museo local, donde se conserva parte de la historia y cultura del Maule cordillerano, complementando la experiencia natural con un toque cultural.

📸 Foto sugerida:

  • Loro tricahue volando.

  • Alt text: Loro tricahue sobrevolando el Parque Tricahue, Maule.

Laguna del Maule: paisajes de altura y secretos escondidos

La Laguna del Maule, ubicada en el camino internacional del Paso Pehuenche que conecta Chile con Argentina, es uno de los lugares más impresionantes de la cordillera. Rodeada de montañas, sus aguas turquesa son perfectas para caminar por la ribera, hacer fotografía de paisajes e incluso disfrutar de un picnic en sus alrededores. Eso sí: lleva siempre tus residuos de vuelta, la zona es frágil y es responsabilidad de todos cuidarla.

Un dato curioso es que la laguna, en realidad, corresponde a la caldera de un volcán activo, lo que explica sus paisajes tan singulares y el origen volcánico de gran parte de la región.

Consejos prácticos:

  • Mejor época: primavera y verano, cuando el Paso Pehuenche está abierto. En invierno también se puede visitar, pero solo si el camino internacional está habilitado, lo que suele depender de las condiciones climáticas.

  • Qué llevar: agua, snacks, protector solar y provisiones (no hay servicios de comida en la zona).

  • Ruta: manejar con precaución, el camino tiene curvas pronunciadas y riesgo de derrumbes. Conducir a la defensiva es indispensable.

Cómo llegar en auto:

  • Desde Linares: tomar la ruta hacia Colbún y seguir en dirección cordillera, bordeando el embalse hasta conectar con el Paso Pehuenche.

  • Desde Talca: salir hacia San Clemente y continuar por la ruta internacional hacia el paso.

  • Desde Santiago: son unas 5–6 horas aprox. de viaje. La mejor opción es ir por la Ruta 5 Sur y decidir si subir por Talca.

Imperdibles en la zona:

  • Cascada Invertida: un fenómeno natural donde el agua parece caer hacia arriba cuando sopla el viento.

  • Muela del Diablo: una formación rocosa con vistas espectaculares.

  • Mirador de los Cóndores: lugar ideal para avistar cóndores en su hábitat.

  • Termas naturales escondidas: perfectas para relajarse después de una caminata.

Laguna del Maule con aguas azules rodeada de montañas

Otras rutas y miradores en la cordillera del Maule

  • Salto del Picaso: cascada escondida y de fácil acceso.

  • Mirador Colbún: vistas al embalse y volcanes en días despejados, un favorito de los locales.

  • Parque Las Vizcachas de Rari: senderos tranquilos cerca del pueblo de Rari, rodeados de flora nativa, un lugar donde puedes ir a explorar por el día

Vista del embalse Colbún y montañas desde el mirador

Bonus: Termas del Médano

Después de una jornada de trekking, nada mejor que cerrar el día en las Termas del Médano, ubicadas cerca de San Clemente en plena cordillera. Este complejo natural combina la fuerza de la montaña con instalaciones rústicas que hacen que la experiencia sea aún más especial.

  • Aguas termales al aire libre: pozas rodeadas de montañas y al lado del rio perfectas para relajarse bajo el cielo cordillerano.

  • Cabañas en la cordillera: quienes quieran extender la experiencia pueden arrendar cabañas y pasar unos días desconectados, rodeados de naturaleza.

  • Vapores naturales: en el cerro emergen vapores que son usados como saunas naturales, ideales para complementar el baño termal y potenciar la sensación de detox.

  • Mejor época para ir: primavera y verano son las estaciones ideales. En otoño también se puede disfrutar, aunque el clima es más fresco. En invierno el acceso puede ser difícil debido a las lluvias y condiciones del camino, por lo que se recomienda planificar con precaución.

Termas el medano en la precordillera de la region del Maule

Consejo práctico: compra tus tickets online en CONAF

En parques como Altos de Lircay o Radal Siete Tazas, las entradas ya no se venden en la puerta. Para evitar sorpresas, compra tu ticket online con anticipación:

👉 Compra de entradas Parques Nacionales Chile – CONAF

Conexión con la flora nativa: un regalo y un legado

Robles, cipreses de la cordillera, coigües y arrayanes componen el paisaje vegetal del Maule. Caminar entre ellos no solo es un placer estético: reduce el estrés, fortalece el sistema inmune y mejora el ánimo. Es un regalo que te haces al bajar las revoluciones del día a día, pero también una oportunidad para conocer y valorar la flora y fauna nativa, cuidarla para futuras generaciones y reconocer que es parte de la identidad de Chile, una que muchos aún desconocen.

Para mí, conectar con la flora nativa es también un viaje a mis raíces. Me recuerda a mi papá y mi abuela, quienes me enseñaron desde niña a reconocer los árboles, escuchar a las aves y comprender qué propiedades medicinales tenían las plantas. Ellos me transmitieron el amor por la naturaleza y la conciencia de lo afortunada que soy de haber crecido con esa enseñanza.

Escribir este blog me hace recordar lo importante que es mantener vivo ese lazo con la tierra: porque no se trata solo de hacer trekking o disfrutar de un paisaje bonito, sino de conectar con quiénes somos y de dónde venimos.

Mirador en Reserva Nacional Altos del Lircay

La Cordillera del Maule no es solo un destino: es un refugio de bienestar, cultura y raíces. Aquí cada sendero es más que una caminata: es una invitación a reconectar con la naturaleza, a recordar que el silencio y el aire puro son lujos que tenemos al alcance y que debemos proteger.

Caminar entre robles, ver un cóndor sobrevolando los valles, escuchar el canto de un chucao o descansar en aguas termales no es solo turismo: es una experiencia de identidad, memoria y salud. Y esa es la magia del Maule: enseñarnos que la desconexión de la rutina es también una conexión profunda con lo esencial.

¿Listo para vivir un trekking en la cordillera del Maule? Planifica tu ruta, compra tu entrada online y regálate la experiencia de un detox natural que quedará grabado en tu memoria.

Sobre La Autora

Soy María Olivia, viajera y creadora de Sin Itinerario Viajes. Recorro el mundo compartiendo historias reales, consejos prácticos y experiencias únicas para que vivas tus viajes sin estrés y con propósito.

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