Brisbane, Queensland: Guía Working Holiday y Una Parada Inesperada

Llegar a Brisbane: del aislamiento al choque de ciudad

Después de terminar nuestro primer trabajo en Weipa, la aventura para llegar a Brisbane ya era un desafío. El aeropuerto de Weipa estaba en remodelación, así que partimos desde una pista militar improvisada, volamos a Cairns y de ahí seguimos rumbo a Brisbane.

Lo que encontramos al llegar fue un choque cultural inmenso. Veníamos de cuatro meses en aislamiento, viviendo con lo mínimo en un pueblo minero, y de pronto estábamos rodeadas de rascacielos, ruido y cientos de mochileros. Esa primera noche en un hostal compartiendo habitación con seis personas me golpeó fuerte: lloré en silencio porque, aunque echaba de menos ciertas comodidades, también extrañaba mi donga y la tranquilidad del pueblo.

saliendo con rumbo a brisbane desde pueblo remoto

Primeros pasos: entre la incertidumbre y nuevas oportunidades

En Brisbane no teníamos idea de dónde íbamos a trabajar, así que esos primeros días se convirtieron en una carrera contra el tiempo. Subíamos anuncios en grupos de Facebook, enviábamos correos y revisábamos compulsivamente las respuestas con la esperanza de dar con la próxima oportunidad.

Fue entonces cuando apareció un rayo de ilusión: un posible trabajo en Lord Howe Island. Ya nos imaginábamos en una isla de postal, rodeadas de aguas turquesas… pero todo se canceló a último momento.

La desilusión fue dura, pero justo ahí llegó la sorpresa que marcaría nuestro viaje: Bedarra Island. Brisbane se transformó en esa parada intermedia donde, en medio de la incertidumbre y la vulnerabilidad, se abrió la puerta a una experiencia que nunca hubiéramos imaginado.

Escapada a Bribie Island: primeras risas después del golpe

En medio de la espera decidimos distraernos. Una amiga nos comentó que su madre vivía cerca de la Gold Coast y pensamos visitarla. Para no complicarnos, arrendamos un auto (creyendo que era más barato que el tren). El plan se cayó, pero ya con el auto en manos nos lanzamos igual… y gracias a las malas direcciones de mi amiga terminamos en Bribie Island.

Fue aquí donde viví una de esas experiencias que parecen insignificantes, pero que marcan un antes y un después: poner gasolina por primera vez en mi vida. En Chile siempre hay alguien que lo hace por ti, así que nos veías a dos huasas peleando con la máquina de combustible. Entre risas nerviosas y torpeza, lo logramos.

Bribie Island terminó siendo un descanso perfecto del caos urbano: mar, calma y un recordatorio de que incluso los desvíos inesperados son parte de la aventura.

Couchsurfing en Brisbane: Bollywood, cine y amistad

En Brisbane nos alojamos tres días con un couchsurfer indio que convirtió nuestra estadía en una experiencia entrañable. Cada noche ponía películas de Bollywood, reíamos con subtítulos que no siempre tenían sentido y compartíamos cenas caseras que sabían a hogar.

Además, nos llevó al cine, caminamos juntos por la ciudad y descubrimos rincones que no habríamos encontrado por nosotras mismas. Fue la prueba de que, incluso en una gran ciudad que puede sentirse fría, siempre hay espacio para la hospitalidad y la amistad.

Qué hacer en Brisbane (desde mi mirada)

Aunque nuestra estancia fue corta y más de transición que de turismo, sí hubo lugares que recomiendo:

  • South Bank Parklands: perfecto para un picnic junto al río y sentir la vibra local.

  • CityHopper: ferry gratuito que regala vistas hermosas de la ciudad desde el agua.

  • Mount Coot-tha Lookout: ideal para ver el atardecer con una panorámica completa de Brisbane.

  • Museos y galerías: muchos son gratuitos o de bajo costo, ideales para mochileros con presupuesto ajustado.

👉 Consejo práctico: si vienes de un lugar remoto como Weipa, date un par de días para asimilar el choque cultural antes de lanzarte a recorrer todo. Brisbane puede abrumar, pero también ofrece muchos espacios de reconexión.

Escapadas desde Brisbane

Si cuentas con más tiempo, Brisbane es un excelente punto de partida para escapadas rápidas:

  • Sunshine Coast: playas tranquilas y menos turísticas.

  • Gold Coast: surf, vida nocturna y ambiente playero.

  • Byron Bay: un clásico bohemio para quienes buscan desconexión y espiritualidad.

Reflexión final

Brisbane no fue el destino soñado ni un lugar de grandes planes. Fue una parada de transición, marcada por incertidumbre, lágrimas, couchsurfing y hasta gasolina mal puesta. Pero fue aquí donde apareció la oportunidad que nos llevaría a Bedarra Island, uno de los capítulos más mágicos de toda nuestra aventura en Australia.

Y esa es la magia de viajar con una Working Holiday: nunca sabes qué giro inesperado te espera, ni qué ciudad que pensabas solo de paso terminará quedando en tu memoria.

💬 Y tú, te animarías a vivir una transición así en tu Working Holiday? ¿Brisbane sería tu base, tu punto de paso o un destino fijo?

👉 Descubre más experiencias reales de la Working Holiday en Australia en mi blog: Weipa | Bedarra Island | Trabajar en resorts en Australia.

Sobre La Autora

Soy María Olivia, viajera y creadora de Sin Itinerario Viajes. Recorro el mundo compartiendo historias reales, consejos prácticos y experiencias únicas para que vivas tus viajes sin estrés y con propósito.

Previous
Previous

Explorando Weipa: Guía Completa para Working Holiday en el Remoto Far North Queensland

Next
Next

Bedarra Island con la Working Holiday: Lo que aprendí trabajando en un resort de lujo